El reinado del ordenador personal como el punto de acceso principal para los usuarios puede llegar a su fin más pronto que tarde. Y es que la consultora Gartner asegura que el consumismo imperante en la actualidad, la virtualización, el auge de las apps y la movilidad condenarán a los tradicionales PC frente a nuevos entornos como los dispositivos móviles y especialmente, las nubes personales.
"Las principales tendencias de la informática de consumo ya se han desplazado de un foco en los PC a un punto de vista más amplio que incluye los smartphones, tablets y otros dispositivos de consumo", explica Steve Kleynhans, vicepresidente de Investigación de Gartner. "Los nuevos servicios personales en la nube se convertirán en el pegamento que conecte la red de dispositivos que los usuarios utilicen en los diferentes momentos de su vida diaria”.
Pero esto no es un proceso sencillo, sino que se trata de un fenómeno motivado por varias razones, por numerosas tendencias que han ido confluyendo hasta crear este nuevo paradigma al que deben adaptarse las empresas y que beneficiará sobremanera a los consumidores.
Entre estas causas, la primera y más obvia es la del consumismo. O dicho de otro modo, los usuarios actuales conocen mejor la tecnología de lo que lo hacían generaciones anteriores, pero al mismo tiempo tienen expectativas muy diferentes, motivadas en gran proporción por los medios de comunicación en Internet y las redes sociales, así como los nuevos y atractivos dispositivos móviles. Por otro lado, a través de la democratización de la tecnología, los usuarios de todo tipo y condición dentro de las organizaciones pueden ahora tener una tecnología de alta gama a su disposición.
En ese sentido, algunas tecnologías como la virtualización han mejorado la flexibilidad y aumentado las opciones para las empresas a la hora de implementar los entornos de cliente, liberando a las aplicaciones de las peculiaridades de los dispositivos individuales, sistemas operativos o incluso las arquitecturas de procesador. La virtualización ofrece además una manera de mover las aplicaciones legacy de la era PC hacia adelante, hacia el nuevo mundo emergente.
La tercera tendencia que favorece el desarrollo de las nubes personales frente a los tradicionales PC podríamos llamarla “app-fijación”. Y es que los usuarios adoran la forma en que las aplicaciones están diseñadas, entregadas y son consumidas, lo que inevitablemente tiene un impacto dramático en todos los demás aspectos del mercado. Estos cambios tendrán un profundo impacto en cómo las aplicaciones se escriben y se implantan en los entornos corporativos, así como plantean la posibilidad de una mayor portabilidad entre plataformas.
Autoservicio y movilidad
La llegada de los servicios en la nube para los usuarios individuales abre todo un nuevo mundo de oportunidades. Cada usuario puede ahora tener un conjunto escalable y casi infinito de recursos disponibles para lo que tienen que hacer. Los impactos en las infraestructuras de TI son impresionantes, pero cuando esto se aplica a la persona, aparecen algunas ventajas específicas aún más asombrosas. Las actividades digitales de los usuarios son mucho más autodirigidas que nunca. Los usuarios demandan tomar sus propias decisiones acerca de las aplicaciones, servicios y contenidos, en base a una colección casi ilimitada en Internet. Esto fomenta una cultura de autoservicio que los usuarios esperan en todos los aspectos de su experiencia digital, incluido el entorno corporativo.
Por último, pero no por ello menos importante, la movilidad es el verdadero catalizador de este nuevo paradigma. Hoy en día, los dispositivos móviles combinados con la nube pueden cumplir con la mayoría de las tareas informáticas, además de aportar un grado de comodidad y flexibilidad que sólo pueden ofrecer los dispositivos móviles. La aparición de interfaces de usuario más naturales hacen que el uso de estos terminales sea más práctico, a lo que hay que sumar las capacidades táctil, gestual o de conocimiento contextual y reconocimiento del habla.
El tiempo dirá si la nube sustituye al ordenador personal. Mientras, sólo nos queda disfrutar del camino.
Leido en Computerworld
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